lunes 04 de abril

 El timbre del recreo ya ha sonado, me acerco a mi mochila para sacar mi taper del almuerzo y luego dirigirme al comedor con las demás, pero por alguna extraña razón todos han salido rápido del salón y en cuestión de segundos me encuentro totalmente sola, sin darle importancia lo único que hago es sacar mi almuerzo y apagar los ventiladores que aún estaban prendidos. En eso escucho el sonido de la puerta cerrándose y me asusto un poco que doy un salto, me río de mi misma y me dirijo a la salida, antes de salir me soy cuenta que me había olvidado mi cuchara y vuelvo a mi mochila para sacarla, de pronto siento que alguien me abraza por detrás; me asusto y suelto mi taper, este se rompe pero simplemente no me importa estaba demasiado asustada como para prestarle atención, volteo para ver quien era y me doy con la sorpresa que era él, si ese chico con el que había estado saliendo meses atrás y él que osó dejarse seducir por la que se suponía mi mejor amiga.
-SUÉLTAME
-No puedo dejarte ir
-No me toques 
-Aún no me puedo olvidar de ti, me gustas demasiado 
-Eres un mentiroso, no me toques te odio 
-¿Por qué, qué he hecho?
-Existir
-No entiendo
-Si no hubiera sido porque le hablaste, ella nunca se hubiera enamorado de ti y...- los ojos se humedecían- ... nunca hubiéramos terminado de esta manera, sin hablarnos y alejadas, yo en verdad la quería y mucho pero por tu culpa ahora ya no se que pensar de ella.
-Te contó lo que paso... pues también te habrá dicho que fue ella la que se lanzo, no yo
-no me importa quien comenzó todo, solo que he sido traicionada, en verdad llegue a pensar que había sido un error el haber terminado contigo, pero ahora me doy cuenta que ha sido la mejor decisión que haya tomado.

Después de haber dicho esto, él me soltó y se estaba lleno del aula. En cambio por mi parte me di cuenta que todo lo que le había dicho no tenia concordancia alguna y que todo lo que había gritado eran puros disparates que me metí en la cabeza para convencerme de que ella no era una mala persona, pero la verdad era que él no tenía la culpa de nada solamente la había buscado como una amiga y simplemente ella no respeto esa regla  implícita que existen entre las mujeres, no te enamores del ex de tu mejor amiga, y solo fue tras él. Pero ya era muy tarde para retractarme de lo que le había dicho y solo me quedaba lamentarme y dejarlo pasar.